No hay fecha que no se cumpla, ni plazo que no se venza. Y el plazo de la entrega de tesis, se venció. Pero pudimos cumplir, con todo como corresponde.
Si uno se pone a analizar todo el camino que recorrió desde que entró a la Universidad, se encuentra con que uno se termina acordando más de las cosas buenas, que de las malas. Y aún cuando las hay, son recuerdos con risas y anécdotas, más que con resentimiento o dolor. Cuántas tardes gastadas en trabajos, disertaciones, misiones que parecían imposibles de lograr en cierto punto, desesperaciones, enojos, angustias, y hasta lágrimas; por miedo a fracasar, como si el llegar a eso fuera un punto sin retorno. Fracasé en un ramo, y qué? No me atrasé un año, no estuve sola, nadie me dejó de querer por eso, nadie se desilusionó de mí por eso, no se acabó el mundo ni tampoco me morí. Pero obviamente, eso no se piensa, aunque así tenga que ser.
Además de toda la presión académica, estaba la amistad. Y aún lo está, cosa que me alegro de conservar. Ninguna relación es perfecta por supuesto, y esta amistad no se salvó de enojos ni de mal entendidos, pero aún así, ha logrado mantenerse a flote, por cuatro años. Creo que se dice que los amigos de la Universidad, son los que más se recuerdan y se mantienen, al fin y al cabo.
Los profesores malditos tampoco pueden quedar afuera. La vieja loca de primer año (que ya se fue de la Universidad), tirana a más no poder. Nos preguntábamos cómo podía atender pacientes, con ese carácter. La Ratona de segundo, que nos hizo sufrir bastante con sus famosos ramos de Procesos y Personalidad. Cómo odiábamos sus artículos, disertaciones y sus pruebas de formato múltiple. La nota más alta casi siempre era un 5.0. Pasamos susto con ella. En tercero, la más memorable, fue la famosa señora de Psicología Social. Qué espanto. Sabía muchísimo, y trató de implantar un sistema de educación en clases algo inusual para nosotros. Nos obligó a analizar todo, hasta lo que respirábamos. ¿Había algo más insólito que te dieran las pruebas para la casa? ¿Y que aún así, la nota más alta, fuera un 4,8? (Para los que les importe, me saqué un 4,4) Esa famosa prueba, consistía en cuatro preguntas de análisis, cuyas respuestas (entregadas a computador, obviamente), tenían que ser como de cuatro hojas, a espacio simple. Para rematarla, después de entregar las cuatro, sólo te revisaba una. "Porque me gusta hacerlos trabajar de más", decía. Creo que ella fue la más terrible de la carrera...pero el ramo más difícil, al menos para mí, fue todo lo relacionado con Psicología Laboral. Y eso fue el año pasado. Pero quizás influyó en que no estaba muy bien anímicamente, pero eso es otro tema.
.
Hasta que un día, me encontré haciendo la práctica y la tesis. Y es más, me encontré terminándola y entregándola. Ahora sólo queda esperar la aprobación, y más adelante, la defensa. Pero no me preocupo. Porque en un abrir y cerrar de ojos, me encontraré en otro lado, no pudiendo creer que la fecha en que escribí esto, se pasó así de rápido.